La eficiencia energética

La eficiencia energética es imprescindible para reducir el consumo de energía sin perder prestaciones y confort. También para ser más sostenibles porque reducimos las emisiones de CO2 a la atmósfera. Generalmente para conseguir mayor eficiencia energética, se requiere del uso de ciertas tecnologías que usan menos energía para realizar la misma función.

¿Sabías que si actúas con responsabilidad y eres eficiente energéticamente, puedes llegar a reducir casi a la mitad tus emisiones de CO2?

Como consumidores existe un concepto llamado negavatio que nos ayuda a entender nuestra eficiencia energética:

Los aparatos que usamos en nuestra vida diaria como, por ejemplo, una bombilla, un equipo de aire acondicionado o un secador de pelo, consumen energía eléctrica para iluminar, enfriar o secar. En las etiquetas de estos dispositivos podemos leer su potencia, normalmente indicada en wat (W), y esto nos indica la velocidad a la que consumen la energía. La energía consumida por cualquiera de estos equipos se calcula multiplicando la potencia (W) por el tiempo de funcionamiento, y se mide en wat hora (Wh).

El negavatio es una unidad de medida teórica de la potencia que representa la energía “no consumida” por unidad de tiempo. En otras palabras, el concepto sirve para medir la potencia no usada y para motivar y promover al consumidor a ahorrar energía a través del uso de elementos más eficientes, porque la eficiencia es una “actitud de hacer lo mismo o más con menos”.

El negavatio hoy en día no se puede medir con precisión, pero en el futuro se espera que se pueda hacer con la ayuda de los sistemas en red, medidores inteligentes y de vigilancia.


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